viernes, 22 de noviembre de 2013
El puño del mar.
Por Richard "CHACHA" Espantoso
Estos pensamientos me sirvieron para seguir adelante ante los peores momentos
Compañeros, yo en lo personal provengo de una segunda generación de marinos trabajadores del mar, como lo fue mi viejo, quien tuvo la suerte de jubilarse en esta profesión a la cual muchos llevamos en el corazón para sentirnos orgullosos.
De ella aprendí que a los viejos marinos no los doblego ningún temporal, ni el trabajo duro, ni el estar lejos de sus familias, ni aun peor una dictadura fascista que quiso terminar con todo a su paso, torturándolos, llevándolos presos, por lo cual tenemos compañeros desaparecidos, y otros tantos exiliados por pensar distinto y organizar un país mas justo para todos.
Esto no fue casualidad, porque nuestros viejos habían comprado algunos ladrillos, a los cuales juntandolos, forjaron un gremio, un bastión que ayudo a organizar a otros sindicatos, como la estiva, el SUAN apuntadores, el SOIP.
Si bien yo empiezo esta nota refiriéndome a mi viejo y sus compañeros, a los cuales ellos conocieron compañeros mas viejos, cuando los barcos eran de madera y los marineros eran de fierro, a los cuales algunos eran hasta analfabetos, pero les sobraban conocimientos, los cuales no se aprenden en los libros, que son organización y lucha, como formar comités de base en los barcos, discutir hasta aclararse después ir al gremio y profundizar la lucha en las calles y los adoquines del muelle.
A LOS JÓVENES , NO HABÍA INTERNET, CELULAR NI TELEVISOR. SI HABÍA CONCIENCIA DE CLASE Y UNIDAD.
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